domingo, febrero 05, 2006

Un Fresco Llamado a la Solidaridad



Todos sabemos de la menta, de su sabor fresco e intenso. La menta ha participado siempre dando sabor agradable a licores, bebidas, caramelos, pastillas, chicles, siempre con una histórica aceptación de la gente. Sucede que lamentablemente los farmacéuticos y sobre todo, la industria de los productos odontológicos, cremas dentales, enjuagues bucales, etc, usan ese sabor casi como único, sobretodo para mantener el aliento fresco, aprovechando el fuerte y perdurable sabor de la menta. Lo malo es que como el cepillado de los dientes se realiza entre una a tres veces por día (en el mejor de los casos), el sabor de la menta está íntimamente relacionado con el cuidado de los dientes. Eso hace que, inevitablemente, cualquier producto mentolado que se consuma, remita a uno al lavado de los dientes. Esto en mi caso, me hace rechazar los chocolates rellenos de pasta de menta, los licores, y la mayoría de productos de menta, que se ven todos opacados por el recuerdo de la crema dental.

Hay una solución. La de crear pastas dentales de sabores variados: frutilla (hay sólo para niños), naranja, limón, melón, ananá, canela, u otras hierbas aromáticas. Así con el tiempo se podrán volver a consumir otros productos de menta, ya borrado el recuerdo de la crema dental, y así poderla ubicar en el prestigioso lugar que se merece.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Por la misma desgraciada asociacion impuesta: menta-dientes yo detesto todos los productos que el doctor guayaba nombro incluyendo ultimamente el té a la menta en saquitos, producto que confirma que entre el verdadero sabor de la menta (no hay mas que prepararse un te verde con menta fresca para ver la diferencia) y el que nos ofrecen los productos « a la menta, con menta, rellenos de menta », la distancia es abismal. No hay que investigar demasiado para concluir que la culpa la tiene la esencia.
Siendo conciente y victima de dicha asociacion : menta-dientes me he mostrado resistente al hecho de anular completamente de mi vida los productos a base de menta. Un buen dia entre a un negocio de productos cosmeticos poco comun y despues de un rapido vistazo constato que todos los productos llevan la leyenda : « en contra de la experimentacion en animales », sin entender demasiado lo que significaba lo de la experimentacion me deje llevar por el espiritu combativo y decidi comprarles una de las cremas. Las habia de aceite de oliva, de castañas, de palta, cada una con la explicacion de sus virtudes. Yo elegi : « menta pimentada », me dije que te todas manera no es para comer y que hacia bien a la circulacion… El primer comentario recibido despues de la utilizacion fue : que paso, te embadurnaste de dentifrico ? y lo peor fue sentir el efecto refrescante en las piernas y confirmar que la « experimentacion » la hacian con humanos. No quiero ser pesimista pero no se si podremos algun dia deshacernos de lo que la pasta de dientes nos fijo como gusto en lo mas profundo de nuestro cuerpo.

lunes, febrero 20, 2006 12:51:00 p. m.  

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